miércoles, 22 de julio de 2015

Manuel Escribano y José Garrido se merendaron a El Cid


21 de Julio de 2015. Plaza de Toros de Santander. 3ª de la Feria de Santiago. Toros de Ana Romero, desiguales pero correctamente presentados. Pesos entre 497 y 615 kilos. Flojos, deslucidos y complicados, el 4º fue devuelto por inválido, sustituido por uno de José Cruz con 564 kilos, parado. El 1º de Los Bayones, 473 kilos, manejable y pronto. Dos tercios de entrada.

El Cid: estocada trasera (algunas palmas y saluda por su cuenta). Pinchazo, estocada y dos descabellos (silencio).
Manuel Escribano: estocada trasera, rueda de peones y le tiran (oreja). Estocada caída y trasera (oreja).
José Garrido: pinchazo hondo, se rompe una mano el toro y estocada (ovación y saludos desde el tercio). Media estocada, rueda de peones y le tiran (oreja).

El Cid no está. Únicamente le queda Bilbao para no quedarse definitivamente fuera de Ferias. En su primer toro no fue capaz de cruzar la línea, el corazón no quiso. Un toro de Los Bayones noble, pronto al cite pero al que no quiso dar distancia. Eso hubiese requerido mucha decisión, armar un tacazo. Se echó encima, desconfiado y sin sitio. Ahora mismo está para los leones. ¿Es todavía posible un fogonazo como en el Otoño de 2013?

Manuel Escribano y José Garrido anduvieron fuertes, ambos. Escribano viene a triunfar y lo hace. Buscó el toreo a la verónica, muleteó firme.  Garrido mostró poder, muy por encima de sus toros, valentísimo en el inicio de rodillas al sexto, con pocos pies y revolviéndose pronto. Merecidamente están para las Ferias. El Cid para las fieras, lo sentimos.


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