viernes, 14 de agosto de 2015

La Quinta no había comido cachopo


Plaza de Toros de Gijón. 11 de agosto de 2015. Toros de La Quinta, correcta pero desigualmente presentados, 1º terciado y flojo, manejables en general. Media entrada.
Eugenio de Mora: estocada tendida y un descabello (palmas y sale al tercio a saludos). Estocada desprendida, aviso y numerosos cachetazos (ovación y saludos desde el tercio).
Fernando Robleño: estocada caída delantera (ovación y saludos desde el tercio). Estocada (oreja con petición minoritaria).
Manuel Escribano: estocada desprendida (palmas y sale al tercio a saludar). Estocada (dos orejas, la segunda con menos petición que la primera).


La Quinta volvía a Gijón después de dos Ferias antológicas. Salió el primero, terciado y guapo, flojo también. Y poco a poco se diluyó el ansia porque se apareciese Santa Coloma. Ayer poco. Quien se apareció fue Manuel Escribano, buscando el triunfo siempre. En el sexto cuatro pares de banderillas, el toro manejable pero sin la fiereza que da emoción, como todo el encierro. Lo puso él todo, si no quieres ya te aprieto. Eugenio de Mora dejó varios derechazos de mano baja, de pecho grandes pero no le cogió el aire a esos andares tan santacolomeños.  Fernando Robleño le dio larga distancia al quinto, probablemente un buen toro pero mal picado. Quedose con la cara alta, dijo un abonado gijonés. Y nos fuimos al cachopo.

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