Plaza de Toros de Colmenar Viejo (Madrid). 31 de Agosto de 2015. Toros de Valdefresno, 1º y 2º cómodos, 3º y 4º terciados, 5º cornalón se le dio la vuelta al ruedo, manejables en general, nobles la mayoría, 1º flojo. Dos tercios de entrada.
Sebastian Castella: media desprendida, un descabello, aviso y tres descabellos (ovación y saludos desde el tercio). Bajonazo (dos orejas, la segunda protestada).
Miguel Ángel Perera: bajonazo (oreja con petición claramente minoritaria). Estocada (dos orejas y rabo).
Morenito de Aranda: media atravesada muy baja, aviso, casi entera desprendida y dos descabellos (aislados aplausos). Pinchazo arriba, pinchazo arriba, pinchazo, aviso, pinchazo, pinchazo, pinchazo, pinchazo, pinchazo sin soltar, un descabello, segundo aviso y un descabello (gran ovación y saludos desde el tercio).
Buen ambiente en los tendidos de Colmenar Viejo, mejor que temporadas anteriores. Y buena labor durante el verano, con clases prácticas la noche de algunos viernes, con entrada gratuita.
Toros de Valdefresno, acordes con una Feria que puede estar iniciando su recuperación, manejables, correctamente presentados, sin estridencias aunque el quinto luciese cornalón.
Sebastian Castella continuó firme como toda la temporada, pero además mostró torería artística en su segundo, gran inicio de faena y una tanda de derechazos, ligados, mandones, hondos sin ser largos, sin despatarrarse. Porque se puede ser profundo sin hacerlo.
Miguel Ángel Perera mostró su estilo en el quinto, porque en el segundo le regalaron un trofeo que muy pocos pidieron. Justo Polo el benefactor. En el quinto desplegó sus modos, naturales muy largos algunos, para pasarse al cornalón por la faja. Parecido final que hemos visto en otras Ferias pero esta vez con uno bien armado. Más fuerte y menos bonancible, lo que aumentó sin duda la emoción.
Llama la atención que uno de los apoderados de Morenito de Aranda sea José Ignacio Ramos. Cuando todavía recordamos grandes estocadas del burgalés, resulta paradójico comprobar la irregular espada de Morenito. Después de algún natural y el de pecho de mérito con su primero, salió arreado en el último. Hubo un gran derechazo por largo. Y oleado el del desdén. Pero...
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